Las empresas offshore son sociedades anónimas que tienen como finalidad, entre otras, realizar inversiones (directa o indirectamente, en títulos, bonos, muebles, inmuebles, acciones) y todo tipo de operaciones en el extranjero, incluyendo brindar servicios comerciales.
Una empresa offshore es una sociedad con acciones al portador o nominativas. Mediante al menos un director, y configurando cierta estructura, éstas permiten mantener el total anonimato de sus propietarios finales. Estas empresas y estructuras se conforman para mantener activos financieros tales como acciones de otras compañías, cuentas a cobrar, colocaciones y depósitos en bancos, cuentas corrientes, comercio de mercaderías y adquisición de bienes.
Las principales razones de operar una empresa offshore son, por tanto, mantener las finanzas en condiciones libres de riesgo y mantener la confidencialidad del negocio y/o de la persona jurídica o física.
